Your Landlord Doesn’t Have to Provide Air Conditioning, but They Should! / ¡Su propietario no tiene que proveerle aire acondicionado, pero debería hacerlo!

 


September 14, 2022 / El 14 de Septiembre de 2022

By Chelsea Kirk, Director, Policy and Advocacy, Building Equity and Transit

[Escrito en Español Abajo]

Temperatures reached as high as 110 degrees in Los Angeles during last week’s heatwave, which left many renting Angelenos wondering: Why doesn’t my apartment have AC?

The reason is simple: it’s not required by law. California Civil Code 1941.1—the law that determines habitability standards—requires heating, but not cooling. This is despite mounting evidence that a lack of access to cooling is killing people, especially people who are Black and brown, low-income, and unhoused. Instead, tenants are left to their own devices to purchase air conditioning. In a city where more than half of tenants are rent burdened—meaning they pay 50% or more of their income toward rent—this is an unreasonable expense for most.

Efforts to change this policy at the state level so far have been unsuccessful. AB 2597, which would create statewide cooling standards, passed the Assembly in May but died in the Senate. Its loudest opponents were, of course, the landlords and real estate developers who would be required to invest in their properties to make sure their buildings are kept at safe temperatures at all times, not just during winter. In their written opposition to the bill, these groups claimed that it’s too expensive and challenging to install air conditioning in some buildings. Meanwhile, there have been approximately 600 deaths from heat exposure in Los Angeles alone between 2010 and 2019.

There is still some hope at the state level. Language was included in SB 126, the state’s budget bill, directing the Department of Housing and Community Development to create policy recommendations that ensure residential dwellings maintain safe indoor temperatures at all times. 

At the local level, other solutions exist. The City of Los Angeles has appointed the first Chief Heat Officer, Marta Segura, who directs the Climate Emergency Mobilization Office. She is developing an action plan that will reduce heat-related deaths and hospitalizations. One obvious move would be to update building codes to require that landlords maintain reasonable temperatures in their buildings without passing on costs to tenants. Other efforts, like incentivizing tree planting and making it harder for property owners to cut down trees, also should be considered. 

In addition, Los Angeles adopted two decarbonization ordinances in 2022 that may help if they are implemented and enforced. These ordinances forbid the use of natural gas as an energy source in new residential and commercial construction. New buildings could use heat-pump technology, which both cools and heats. Retrofitting existing buildings is also on the table, but this should be done without passing on the cost of retrofitting to tenants.

The heat and drought in Southern California is predicted to become more severe over the next decade. Even today, a hot, sweltering apartment isn’t just uncomfortable—it’s dangerous. We need to ensure that tenants aren’t disproportionately impacted by the heat waves to come.


Las temperaturas llegaron hasta 110 grados Fahrenheit (43 grados centígrados) en Los Ángeles durante la oleada de calor de la semana pasada. Muchos angelinos que rentan su vivienda se quedaron preguntándose: ¿Por qué no tiene aire acondicionado mi apartamento?

La razón es simple: la ley no lo exige. El Código Civil de California 1941.1—la ley que determina los estándares de habitabilidad— exige que haya calefacción, pero no sistema de enfriamiento. Esto a pesar de que hay cada vez más evidencia que la falta de acceso al aire acondicionado está matando a la gente, especialmente a personas que son negras y morenas, de bajos ingresos y sin vivienda. Esto significa que los inquilinos deben ver por ellos mismos la manera de comprar aire acondicionado. En una ciudad en donde para más de la mitad de los inquilinos la renta es una carga pesada —lo que significa que pagan el 50 % o más de sus ingresos en renta— este es un gasto irrazonable para la mayoría.

Los esfuerzos para cambiar esta política a nivel estatal no han sido exitosos hasta ahora. AB 2597, que habría creado estándares de enfriamiento para todo el estado, fue aprobada por la Asamblea en mayo, pero no pasó la aprobación del Senado. Sus mayores opositores fueron, naturalmente, los propietario y los constructores de bienes raíces que habrían requerido invertir en sus propiedades para asegurarse de que sus edificios se mantengan a una temperatura segura en todo momento, no solamente durante el invierno. En su escrito de oposición a la propuesta de ley, estos grupos afirmaron que es muy caro y muy difícil instalar aire acondicionado en algunos edificios. Mientras tanto, ha habido aproximadamente 600 muertes por exposición al calor en Los Ángeles entre 2010 y 2019. 

Todavía hay alguna esperanza a nivel estatal. Se incluyó texto en SB 126, la propuesta de ley del presupuesto en el estado, ordenando al Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario crear recomendaciones de políticas que aseguren que las viviendas residenciales mantengan temperaturas seguras en el interior en todo momento. 

A nivel local, hay otras soluciones. La Ciudad de Los Ángeles ha designado a la primera Funcionaria en Jefe de Calor, Marta Segura, que dirige la Oficina de Movilización por la Emergencia Climática. Ella está desarrollando un plan de acción que reducirá las muertes y las hospitalizaciones relacionadas con el calor. Una medida obvia sería actualizar los códigos de construcción para exigir que los propietarios mantengan temperaturas razonables en sus edificios sin transferir los costos a los inquilinos. Otros esfuerzos, como incentivar la plantación de árboles y hacer más difícil que los propietarios corten árboles, deberían considerarse también. 

Además, Los Ángeles adoptó dos ordenanzas de descarbonización en 2022 que pudieran ayudar si son implementadas y se exige su cumplimiento. Estas ordenanzas prohíben el uso de gas natural como fuente de energía en nuevas construcciones residenciales y comerciales. Los nuevos edificios podrían usar tecnología de bomba de calor, que puede enfriar o calentar. La renovación de los edificios existentes también se está considerando, pero esto debería hacerse sin transferir el costo de la renovación a los inquilinos.

Se predice que el calor y la sequía en el Sur de California se volverán más severos durante la próxima década. Incluso hoy, un apartamento caliente y sofocante no solamente es incómodo—es peligroso. Necesitamos asegurar que los inquilinos no se vean afectados desproporcionadamente por las oleadas de calor que se avecinan.